Buscavidas, trilero, espía, científico, gángster, cowboy, jugador de hockey... interpretó a todo tipo de personajes en más de sesenta películas, algunas de ellas indiscutiblemente inolvidables: LA GATA SOBRE EL TEJADO DE ZINC (1958), ÉXODO (1960), CORTINA RASGADA (1966), EL COLOSO EN LLAMAS (1974), EL CASTAÑAZO (1977), VEREDICTO FINAL (1982)... como curiosidad, recordaremos su personaje de Eddie Felson en EL BUSCAVIDAS (1961), al que volvió a encarnar veinticinco años después en EL COLOR DEL DINERO (1986); fue entonces cuando logró el Oscar al Mejor Actor por la cinta que coprotagonizó con un jovencísimo Tom Cruise.
Otras dos facetas fueron pilares fundamentales en su vida: su pasión por las carreras y los coches, llegando a fundar su propia escudería y participando -y ganando- él mismo varias importantes competiciones internacionales, entre ellas las 24 horas de Le Mans; y su lado más solidario, el que le empujaba a organizar campamentos de verano con niños y jóvenes enfermos, así como a destinar los beneficios de sus célebres salsas Newman´s Own -elaboradas con recetas creadas por él mismo- para obras benéficas.
La última vez que pudimos ver a este gigante en la gran pantalla fue en la soberbia CAMINO A LA PERDICIÓN (2002), junto a Tom Hanks y Jude Law; fue entonces cuando anunció su intención de retirarse del mundo de la interpretación... promesa que en cierto modo quebró cuando aceptó dar voz a uno de los personajes del film de animación CARS (2006).
Casado con la también actriz Joanne Woodward desde 1958 -formando uno de los matrimonios más solidos y duraderos de Hollywood- , ya el pasado agosto pidió que lo trasladaran de el Hospital de Nueva York, donde estaba recibiendo quimioterapia, a su casa, donde deseaba morir en paz. Su cierto perfil griego, sus profundos ojos azules, su sonrisa pícara y, por supuesto, su inconmensurable presencia en la pantalla, nos acompañarán en todas y cada una de sus películas.
Hasta siempre.