UN MAL AÑO (por Isra Calzado López)
En términos vitivinícolas, la cosecha cinematográfica del 2007 ha sido floja tirando a mediocre. Muy pocas son las cintas que verdaderamente nos han sorprendido por su originalidad, su factura o su cuidada realización. El gran talón de Aquiles: las innumerables secuelas que han abarrotado nuestras salas durante los últimos 365 días, la mayoría de ellas bastante decepcionantes como fue el caso de SPIDER-MAN 3 o PIRATAS DEL CARIBE. EN EL FIN DEL MUNDO.
Aunque alguna se ha salvado, como la muy reivindicable HARRY POTTER Y LA ÓRDEN DEL FÉNIX, la mayoría de estas continuaciones no han sido más que repeticiones de una fórmula que nacía agotada pero que, incomprensiblemente, seguía haciendo caja, caso de OCEAN'S THIRTEEN o la secuela de LOS 4 FANTÁSTICOS.
Y es que, para qué engañarnos, la mayoría de las veces nos hemos salido del cine con la sensación de habernos aburrido. ¿O no? Ni la rebuscadita EL NÚMERO 23, ni la esperadísima LOS SIMPSONS. LA PELÍCULA ni la insultante EL BUEN ALEMÁN nos arrancaron algo más apasionante que un sonoro bostezo. Claro que, para tostón, nada menos que el inesperado peñazo de EL BUEN PASTOR, en el que llegamos a oír ronquidos en la platea.
Si Robert De Niro, antaño grandísimo actor e interesante cineasta merced a esa pequeña gran obra que fue su ópera prima UNA HISTORIA DEL BRONX, nos aburrió de los lindo con su segunda peli tras la cámara, lo peor vino cuando le dio por hacer de pirata sarasa en otra de las grandes castañas de la temporada, STARDUST.
La fantasía post-SEÑOR DE LOS ANILLOS empieza a estar agotada. Y es que en los últimos tiempos se nos han ido acumulando LAS CRÓNICAS DE NARNIA (ésta, de la temporada pasada), LOS SEIS SIGNOS DE LA LUZ, la ya citada STARDUST o la muy decepcionante LA BRÚJULA DORADA.
Historias llenas de topicazos, con planteamientos muchas veces incomprensibles y con personajes bobos, sosos, insufribles y sin ninguna personalidad que están haciendo mucho daño a un género simplemente por saturación.
Y si hablábamos del bajo momento Robert De Niro, no podemos obviar a la intérprete femenina más gafe de los últimos tiempos. Y esa no es otra que Nicole Kidman, que desde LOS OTROS y MOULIN ROUGE no da pie con bola. Este año tres, han sido tres las perlas que nos ha dejado la ex-señora de Tom Cruise: la susodicha LA BRÚJULA DORADA, INVASIÓN (o la enésima e innecesaria revisitación de la historia de los ladrones de cuerpos) y todo un homenaje al universo friki: RETRATO DE UNA OBSESIÓN. Rarita, pelma, insoportable... buf, es lo más fino que puedo decir acerca de tamaña tontería a 24 fotogramas por segundo. Una foógrama alelada, un vecino primo de teen wolf, un marido cornudo, enanos de circo, frikis de toda índole... y pelos, muchos pelos...
Terminamos este rápido repaso a lo más patético del año con otra cinta que se merece estar aquí por méritos propios, y esa no es otra que PREMONITION, o cómo construír una historia sin pies ni cabeza. Una de esas chuflas disfrazada de psicothriller protagonizada por una de las peores actices que ha dado Hollywood en la última década, Sandra Bullock.
En fin, esperemos que este año nuevo que comienza nos dé una cosecha bastante más potable, ya que al precio al que se han puesto las entradas, mil cien pelas de las de antes, más vale acertar con buen criterio la película que seleccionamos en nuestra taquilla, no sea que nos den gato por liebre. Y es que algunas de éstas, definitivamente, fomentan el pirateo y las descargas ilegales por internet, aunque sólo sea para ahorrarnos disgustos y algunos eurillos...
POCO PERO SELECTO (por Mónica Gallo)
Se aleja cada vez más en nuestra memoria ese 2007 que tantos disgustos nos han dado, según Isra, a todos los cinéfagos que convergemos en estas ondas… y a mi, no sé si víctima de mi optimismo recalcitrante o afectada por esa sensación que hace ver mejores de lo que fueron las cosas cuando hay cierta distancia de por medio, me da por pensar que no todo ha sido broza en la cosecha fílmica del 2007.
En un breve, brevísimo y efímero y (seguro, lo asumo desde ya) no muy acertado, repaso por la cartelera de los doce meses previos encontramos ya nada más empezar que hace un año degustábamos por estas fechas dos peliculones firmados por otros dos monstruos del Séptimo Arte; por un lado BANDERAS DE NUESTROS PADRES, el último (y doble) proyecto del incombustible Clint Eastwood que nos enfocaba la Segunda Guerra Mundial desde dos puntos de vista radicalmente opuestos: éste, del lado americano y el que vendría apenas unas semanas después con la réplica nipona, CARTAS DESDE IWO JIMA.
Pero muchos nos quedamos más boquiabiertos y ojipláticos aún con una nueva demostración de genialidad por parte del australiano más salvaje más allá de la cúpula del trueno; Mel Gibson, que tras soliviantar a medio planeta con su versión de LA PASIÓN DE CRISTO, volvía a crear polémica y división de opiniones reinventando la forma de entender una película de aventuras con APOCALYPTO, que, sin diálogos inteligibles, nos trasladaba hasta los últimos y convulsos días del fin de la civilización maya.
Febrero llegaba con Will Smith EN BUSCA DE LA FELICIDAD, acompañado de su hijo y aspirando a un Oscar que le fue merecidamente arrebatado por EL ÚLTIMO REY DE ESCOCIA en nombre de la gran interpretación de Forest Whitaker que también pudimos ver en ese mes.
Pero sin embargo, la historia que más nos conmovió no vino del otro lado del atlántico, sino de la fría Alemania comunista de 1984 y la vida de esos otros (Crista María y Georg) que lograron enamorar no sólo al malogrado Ulric Muhe como agente de la Stasi, sino a la Academia de Hollywood, que les otorgó la dorada estatuilla (en detrimento del fauno de Guillermo del Toro) y, por supuesto a todos nosotros.
Pero muchos nos quedamos más boquiabiertos y ojipláticos aún con una nueva demostración de genialidad por parte del australiano más salvaje más allá de la cúpula del trueno; Mel Gibson, que tras soliviantar a medio planeta con su versión de LA PASIÓN DE CRISTO, volvía a crear polémica y división de opiniones reinventando la forma de entender una película de aventuras con APOCALYPTO, que, sin diálogos inteligibles, nos trasladaba hasta los últimos y convulsos días del fin de la civilización maya.
Febrero llegaba con Will Smith EN BUSCA DE LA FELICIDAD, acompañado de su hijo y aspirando a un Oscar que le fue merecidamente arrebatado por EL ÚLTIMO REY DE ESCOCIA en nombre de la gran interpretación de Forest Whitaker que también pudimos ver en ese mes.
Pero sin embargo, la historia que más nos conmovió no vino del otro lado del atlántico, sino de la fría Alemania comunista de 1984 y la vida de esos otros (Crista María y Georg) que lograron enamorar no sólo al malogrado Ulric Muhe como agente de la Stasi, sino a la Academia de Hollywood, que les otorgó la dorada estatuilla (en detrimento del fauno de Guillermo del Toro) y, por supuesto a todos nosotros.
Entre marzo y abril los cinéfilos sufrimos una temporada de sequía bastante aguda en la que nos pusimos trágicos y pensamos que se habían acabado las buenas historias que contar en gran formato… sólo algunos raritos, como una servidora, encontramos un respiro en la muy hercúlea y excesiva (en muchos sentidos) 300… ¡Viva Esparta!
Por fin llegó el mes de mayo, el de las flores, las comuniones… el estreno (por fin) de HALF NELSON, que ya prometía bonanza, y el estrenazo del año: ZODIAC, todo un espectáculo coral construido con inmensas interpretaciones de actores de la talla de Jake Gyllenhaal, Mark Ruffalo o Robert Downey Jr., trabajando juntos en el caso policial sin resolver por excelencia; el del asesino del Zodiaco.
Nos fuimos quitando la ropa este 2007, pero ¡eh! ¡porque entrábamos en el verano mal pensados! Y la cosa iba de secuelas pensadas tanto para mayores como para los reyes de la casa: por un lado el ogro verde se convertía ya en un clásico de la animación y la carcajada con SHREK TERCERO, Y por otro, el niño mago (ya en plena adolescencia) hacía de las suyas junto con sus leales amigos Ron y Hermione en una nueva aventura (la quinta ya) llena de magia, fantasía y algún susto que otro, para los más peques en HARRY POTTER Y LA ÓRDEN DEL FÉNIX.
Los niños seguirían estando en el punto de mira de las distribuidoras y los exhibidores durante el resto del verano con joyas como RATATOUILLE, y a pesar de que los sufridos padres disfrutaron de lo lindo acompañando a sus retoños a verla, se jactaban en público de haber visto cosas "más de machote" servidas por el siempre alborotador Quentin Tarantino y su álter ego mejicano, Robert Rodríguez; los dos al alimón se aliaron para ofrecernos GRINDHOUSE; un entretenimiento en dos partes, DEATH PROOF y PLANET TERROR, respectivamente, lleno de vísceras y casquería, pero como una confección visual llamativa y quedona… aunque Isra me esté poniendo cara de comer limón y ojitos de cordero degollado…
A él, al Sr. Calzado, (y a los demás, que no somos tontos, claro) lo que nos gustó fue el aldabonazo que supuso otra tricuela: la del agente secreto más desmemoriado que ha dado el cine, y no nos referimos al superagente 86. Otra de las mejores películas de este año fue ese EL ULTIMÁTUM DE BOURNE.
Los niños seguirían estando en el punto de mira de las distribuidoras y los exhibidores durante el resto del verano con joyas como RATATOUILLE, y a pesar de que los sufridos padres disfrutaron de lo lindo acompañando a sus retoños a verla, se jactaban en público de haber visto cosas "más de machote" servidas por el siempre alborotador Quentin Tarantino y su álter ego mejicano, Robert Rodríguez; los dos al alimón se aliaron para ofrecernos GRINDHOUSE; un entretenimiento en dos partes, DEATH PROOF y PLANET TERROR, respectivamente, lleno de vísceras y casquería, pero como una confección visual llamativa y quedona… aunque Isra me esté poniendo cara de comer limón y ojitos de cordero degollado…
A él, al Sr. Calzado, (y a los demás, que no somos tontos, claro) lo que nos gustó fue el aldabonazo que supuso otra tricuela: la del agente secreto más desmemoriado que ha dado el cine, y no nos referimos al superagente 86. Otra de las mejores películas de este año fue ese EL ULTIMÁTUM DE BOURNE.
El final del verano llegó y septiembre nos quitó el síndrome postvacacional con unas buenas dosis de humor, números musicales y la facha de un John Travolta travestido y bailongo en la revisitación del clásico de John Waters HAIRSPRAY.
Pasamos octubre y buena parte de noviembre discutiendo sobre el merecido éxito internacional de EL ORFANATO y como en el caso de otras películas del mismo género y estilo (LOS OTROS, EL SEXTO SENTIDO) aguantando a amigos listillos decir que ellos ya sabían desde los títulos de crédito lo que iba a pasar en una obra que, consideramos llena de originalidad… y entre pelotera y pelotera guardábamos algunas palabras de alabanza para otras producciones que nos iban acercando a las navidades como UN FUNERAL DE MUERTE, PROMESAS DEL ESTE, ONCE, LÍO EMBARAZOSO o ELIZABETH: LA EDAD DE ORO.
Tan rápido y breve era este repaso que nos situamos ya a la vuelta de la esquina: hace unos días; el pasado mes de diciembre, nos encontramos con toda una provocación capaz de aunar la aspereza y la sensualidad: un trabajo de chinos, ¿no? Precisamente porque hablamos de DESEO, PELIGRO, dirigida por el taiwanés Ang Lee, que se había quedado con ganas de más tras BROKEBACK MOUNTAIN.
Y fijaos qué buen augurio; dicen que hay que terminar un año como se quiere empezar el siguiente: y aquí lo hemos hecho con otro peliculón al estilo ZODIAC: gran reparto (Russel Crowe, Denzel Washington, Cuba Goodwing Jr, Armand Assante) y una historia de buenos-malos y malos-buenos ambientada en las calles de Nueva York a principios de los setenta: AMERICAN GANGSTER, una apuesta segura para los próximos Oscar, si es que se celebran claro… que al paso que vamos….. sin Globos de Oro y con los guionistas más cabreados que una mona, podría ocurrir que el premio se lo tuviéramos que dar nosotros y lo llamáramos como a mi tío; el "Segismundo de Oro".
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