La fresca temperatura de la noche de ayer domingo no mermó los ánimos del centenar de guadalajareños que se acercaron al Parque de la Concordia para disfrutar de uno de los eventos ya clásicos del verano: la
6ª Muestra Alcarreña de Cortometrajes (6MAC). Diez fueron los trabajos proyectados en una entretenida velada que se prolongó hasta bien pasada la medianoche; diez cortometrajes que, como en botica, dieron muestra de que en el cine guadalajareño hay de todo.
Para abrir boca, pudimos ver los dos cortos llevados a cabo por los alumnos del
Taller de Cine Aficionado "Cámara y Acción", titulados, respectivamente,
ISIDORO y
PUNTO Y COMA. El primero, rodado en Peñalver, es un ejemplo de cine pequeñito y artesanal, muy bien hecho, a pesar de la poca experiencia de sus responsables; el segundo -de genial título- , aunque muestra sus cartas demasiado pronto, es loable por el tema que trata.
Las otras ocho películas, a pesar de las limitaciones técnicas de algunas de ellas, dejaban entrever la inquietud de sus responsables por contar una historia dentro de cualquiera de los géneros cinematográficos -comedia, drama, etc.-, a excepción, si acaso de la desconcertante
EN REALIDAD SOY UN TIPO NORMAL, de
Christian Gajete, una pieza excesivamente
videoclipera donde las imágenes no son más que un vehículo al servicio de una machacona música. Por cierto, insólito fue que ni el realizador ni ninguno de los responsables de esta cinta, filmada en Azuqueca de Henares, hiciera acto de presencia para presentar su obra y recoger los 300 euros de subvención que la Diputación provincial dota a cada una de las obras presentadas en la MAC.
Hago hincapié en los lugares de filmación porque, para quien esto suscribe, si algo chirría en esta Muestra es la excesiva proliferación de films rodados fuera de la provincia: la irregular MÁS VALE PREVENIR, de Marcos Simón, la previsible aunque con su puntito entrañable TODAS LAS PEQUEÑAS COSAS, de Adela Burgos, y la descacharrante CONFESIONES DE UN ESBIRRO muestran explícitamente localizaciones de nuestra vecina comunidad madrileña. Decir que ésta última genialidad de Álvaro Moro -una vez más, como ya hiciera con su anterior CARLITOS- destroza los esquemas de un género -en este caso, la acción más furibunda a medio camino entre la estética MATRIX y las cintas de Jackie Chan- para regalarnos cinco minutos de adrenalina aderezados con un componente imprevisible y un final tan divertido como desconcertante.
Divertidísima fue también la ópera prima de Elvira Ongil STOP, realizada al alimón con su buena amiga Ana Gaspar (ver http://esto-es-espectaculo.blogspot.com/2008/04/stop-primer-proyecto-2008-de-baidefeis.html): una cinta fresca, maja, juvenil y espontánea, espléndidamente realizada y con unos sorprendentes efectos especiales siempre al servicio de la historia.
Risas, y muchas, se pudieron escuchar también con la proyección de LEYES, del colectivo Mindundi Records (ver http://esto-es-espectaculo.blogspot.com/2008/06/mindundi-record-presentar-en-la-6mac-su.html), una micropieza de apenas dos minutos de metraje de corte clásico -mejor dicho: de cine clásico- y estética chapliniana, con la nueva pasarela peatonal de la A-2 como telón de fondo.
Dos incombustibles como Luis Moreno y el gran Julián de la Fuente no faltaron a su habitual cita con la MAC. El primero nos traía la cinta con más solera de la noche, TERIO EL SUICIDA, filmado en 1997 con las lógicas limitaciones de la época; y el segundo, puso el broche de oro con NOMBRE, GRADO, UNIDAD, un bonito colofón para una noche fría en temperatura pero muy cálida en cuanto a ambiente cinéfilo se refiere.