Al final, la fiesta no fue redonda para todos. Albert Solé, el galardonado con el cabezón al mejor Largometraje Documental, se volvió a casa compuesto y sin Goya, ya que algún amigo de lo ajeno se lo sustrajo mientras el realizador estaba de fiesta.
Todo sucedió, al parecer, a altas horas de la pasada madrugada, en un local de Madrid. Los chicos de BUCAREST, LA MEMORIA PERDIDA decidieron unirse a la fiesta del equipo de LOS CRÍMENES DE OXFORD, y dejaron la preciada estatuilla con los abrigos. Más tarde, cuando el director decidió retirarse ya a descansar, se encontró con la desagradable sorpresa de que la chica del guardarropa le había dado la escultura a "un chico con gafas".
La cineasta y Presidenta de la Academia de Cine, Ángeles González-Sinde, ha hecho un llamamiento a que, por favor, se devuelva un premio tan sumamente valioso, y no precisamente desde el punto de vista económico, ya que se trata del broche de oro a muchos años de trabajo, esfuerzo, sacrificio y dedicación en un proyecto. Por su parte, Albert Solé no ha podido más que refrendar las palabras de la Presidenta al tiempo que confesaba sentirse desconsolado.
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