El actor norteamericano Patrick Swayze falleció ayer lunes 14 de agosto a los 57 años, tras casi dos luchando contra un cáncer de páncreas que finalmente ha acabado con su vida. Este hijo de coreógrafos, natural de Houston (Texas), que primero fue para deportista y luego para bailarín, encontró su rinconcito en la historia del celuloide gracias a algunos de los más recordados trabajos de los años ochenta y noventa. Tras unos dubitativos comienzos televisivos, fue Francis Ford Coppola quien prácticamente le dio la alternativa en 1983 junto a un nutrido ramillete de jóvenes y prometedores actores -Tom Cruise, Matt Dillon, Rob Lowe, Emilio Estévez o Ralph Macchio, entre otros- en la crónica juvenil REBELDES. Volvería a la pequeña pantalla para protagonizar la celebrada serie NORTE Y SUR (1985-1986) para luego encarnar al personaje que sin duda le lanzaría a la fama: el profesor de baile Johnny Castle que enamoraba a la jovencita Jennifer Grey en DIRTY DANCING (1987).
Un par de irregulares títulos de cierto empaque comercial -DE PROFESIÓN: DURO y CON SU PROPIA LEY, ambas estrenadas en 1989- fueron el aperitivo a su trabajo más taquillero, GHOST. MÁS ALLÁ DEL AMOR (1990), a la que le siguieron otras como LE LLAMAN BODHI (1991), LA CIUDAD DE LA ALEGRÍA (1992), A WANG FOO: GRACIAS POR TODO. JULIE NEWMAR (1995) o BLACK DOG (1998).
El cambio de milenio no trajo sonados éxitos a la carrera de Swayze, que aún así siguió participando en films como DONNIE DARKO (2001), 11:14. DESTINO FATAL (2003) o DIRTY DANCING 2, haciendo un cameo de su personaje posiblemente más recordado.
Relegado a los telefims antes de diagnosticarse su enfermedad, su último trabajo fue protagonizar la serie THE BEAST (2009), antes de que ésta se cancelase por la extrema gravedad en la que se encontraba la salud del actor.
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