Ayer, en su residencia de Madrid, fallecía a los 87 años de edad el genial José Luis López Vázquez, actor en más de doscientas películas y rostro imprescindible del cine español de la posguerra. Nacido en 1922, iba para pintor y luego para director artístico, pero terminó frente a las cámaras convirtiéndose en uno de los intérpretes más versátiles y populares de nuestro cine en blanco y negro, primero, y en color después. A las órdenes de Marco Ferreri, José María Forqué, Pedro Lazaga, Antonio Mercero, Mario Camus o Carlos Saura, entre otros muchos, filmó obras tan indispensables e inolvidables como NOVIO A LA VISTA (1954), EL PISITO (1959), EL COCHECITO (1960), LOS TRAMPOSOS (1959), PLÁCIDO (1961), LA GRAN FAMILIA (1962), ATRACO A LAS TRES (1962), SOR CITRÖEN (1967), LA CABINA (1972), MI QUERIDA SEÑORITA (1972), LA ESCOPETA NACIONAL (1978), LA COLMENA (1982), MOROS Y CRISTIANOS (1987), TODOS A LA CÁRCEL (1993), MEMORIAS DEL ÁNGEL CAÍDO (1997), etcétera.
Durante los últimos años, sus apariciones cinematográficas se volvieron más esporádicas, alternando con intervenciones en series televisivas como LOS LADRONES VAN A LA OFICINA, HOSPITAL CENTRAL o LOS SERRANO. Pareja cinematográfica por antonomasia de Gracita Morales y compañero de otros grandes de la profesión como Alfredo Landa, Tony Leblanc, Cassen o Manuel Alexandre, la última vez que pudimos verle en la pantalla fue hace un par de años, en el melodrama ¿Y TÚ QUIÉN ERES? (2007).
Descanse en paz.
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