Durante estos últimos doce meses, no sólo el triunvirato Spielberg-Lucas-Ford pareció estrellarse contra la opinión generalizada (lo que no fue obstáculo para hacer saltar la taquilla); de Tim Burton (SWEENEY TODD, EL BARBERO DIABÓLICO DE LA CALLE FLEET), M. Night Shyamalan (EL INCIDENTE) o Guillermo del Toro (HELLBOY II:: EL EJÉRCITO DORADO) esperábamos mucho más. Hablamos de tres cineastas con un indiscutible talento y estilo propios, que ya han firmado con letras de oro en el cine fantástico contemporáneo gracias a una imaginación visual y una narrativa cinematográfica que les distingue, y que si bien los dos primeros ya venían de sonoros batacazos (CHARLIE Y LA FÁBRICA DE CHOCOLATE y LA JOVEN DEL AGUA, respectivamente), quizá nos sorprendiera aún más cómo el autor de la genial EL LABERINTO DEL FAUNO había bajado tantos puntos antes de embarcarse en su próximo proyecto, EL HOBBITT.
A pesar de los pesares, Burton, Shyamalan y Del Toro pueden darse con un canto en los dientes; sus trabajos, aunque ciertamente decepcionantes, no han sido precisamente los más flojos del año. El jurado de ESTO ES ESPECTÁCULO (uséase, los individuos de la foto superior derecha) han decidido conceder este dudoso honor ex aequo a la italiana CAOS CALMO y a la norteamericana WANTED. SE BUSCA. La primera, por aburrir soberanamente al personal con una historia hueca, lenta, plomiza; la segunda, por absurda y fantasmona, lleno de tópicos y clichés vistos una y mil veces (no ya referencias, sino burdas copias a elementos que van desde MATRIX a EL IMPERIO CONTRAATACA). En ambos casos, el bostezo estuvo garantizado.Además de Batman y Hellboy, también se hicieron hueco en la cartelera (con mayor o menor acierto) otros como IRON MAN, EL INCREÍBLE HULK o el original HANCOCK, interpretado por un Will Smith apático, alcohólico... y con superpoderes.
iablado que supo conectar con todo tipo de públicos. La segunda de estas películas que queremos recordar es LA NIEBLA. Frank Darabont, que ya había adaptado muy dignamente a Stephen King en las aclamadas CADENA PERPETUA y LA MILLA VERDE, estrenaba este film mezcla de monsters movie y terror claustrofóbico con cierto sabor añejo a Serie B de los años setenta, y con un impredecible final (que, por supuesto, no desvelaremos) que nos dejó a todos literalmente petrificados. También hubo tiempo, cómo no, para hacerle hueco al cine más independiente, que sin duda ninguna se vio reivindicado en la pasada edición de los Oscarf con el incontestable triunfo de NO ES PAÍS PARA VIEJOS. Los hermanos Coen y Javier Bardem se llevaron las estatuillas más aplaudidas de aquella noche gracias a un film que, si no ha logrado un reconocimiento unánime por parte de crítica y público, sí ha conseguido volver a llenar las salas para ver ese cine alejado de los cánones argumentales y presupuestarios a los que nos tiene acostumbrados Hollywood.
plo, de LOS CRÍMENES DE ÓXFORD nos esperábamos algo más: Álex de la Iglesia nos traía un planteamiento muy prometedor y un espectacular reparto internacional, y, aunque funcionó relativamente bien en taquilla y opta a premios importantes de cara a los próximos Goya, lo cierto y verdad es que nos dejó un cierto poso de irregularidad. Tres cuartos de lo mismo pasó con COBARDES o EL REY DE LA MONTAÑA. Tras lo bien que había funcionado el tándem José Corbacho-Juan Cruz tras las cámaras con la interesantísima TAPAS, se esperaba bastante más de ésta visión, algo maniquea, del acoso escolar en las escuelas de hoy día. Y el caso de Gonzalo López-Gallego es de lo más peculiar: tenía entre manos una historia atractiva, un planteamiento bestial, una pareja protagonista más que competente y un sorprendente giro visual (que no narrativo) en el último acto de la película. ¿Qué falló entonces? Pues sorprendentemente sobraba algún personaje (ya me dirán qué pintaba María Valverde en toda la trama) y alguna situación que otra completamente inverosímil para los tiempos y el país en el que vivimos. En otros casos, la culpa no fue de los cineastas, sino, como casi siempre ocurre e
n nuestra industria, de los distribuidores. Cintas a priori tan llamativas como 3 DÍAS o LOS CRONOCRÍMENES apenas estuvieron tiempo en cartel, y nos quedamos con las ganas... pero por lo menos tenemos el orgullo de poder decir que una de las mejores producciones del año es española. Nos estamos refiriendo, cómo no, a la sobresaliente LOS GIRASOLES CIEGOS, un film que, mucho antes de esta avalancha de nominaciones y reconocimientos que le viene desde hace unas semanas, ya había demostrado con creces cómo se puede hacer cine de excelente calidad en nuestra geografía. La realización, los actores, la puesta en escena, la ambientación, la música... se unieron bajo la batuta de José Luis Cuerda para orquestarnos una de las más importantes obras que ha dado nuestra cinematografía en la última década. Y llegamos ya al final de este repaso, y al momento que todos estábais esperando: ¿cuál es la mejor película del año? Bueno, pues la cosa ha estado más que reñida, ya que si bien la última gran obra de David Fincher, ZODIAC, tenía muchos números para para alzarse con la victoria, finalmente, para los que hacemos ESTO ES ESPECTÁCULO, nuestra favorita ha sido...



1 comentario:
Tal y como lo pintas, parece que, salvo en el caso de "Wall-E" (totalmente de acuerdo con vosotros en ese sentido), el resto del año se ha dividido en películas más o menos majas dentro de lo esperado, y profundísimos desastres.
¿Dónde están las luces en este año de luces y sombras? :-P
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