CON MÓNICA GALLO & ISRA CALZADO LÓPEZ
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domingo, 7 de junio de 2009

¿A QUIÉN VAS A LLAMAR?


Tal vez algún día, en algún lugar, alguien escriba un sentido y respetuoso tratado sobre un género que a muchos avergüenza de cara a la galería, pero que una mayoría silenciosa no tenemos reparo en reconocer que, para bien o para mal, influyó en nuestra educación fílmica: la comedia americana de los ochenta. Pero, ¿quién no se ha echado alguna carcajada, aunque sea clandestina, con ATERRIZA COMO PUEDAS, LOCA ACADEMIA DE POLICÍA, PORKY'S, LOS DIOSES DEBEN ESTAR LOCOS, ESTA CASA ES UNA RUINA, DESPEDIDA DE SOLTERO, etcétera? Coincidiendo con el 25º aniversario de su estreno en USA, hoy queremos homenajear especialmente a una cinta inolvidable que no solamente ha conseguido sobrevivir al paso del tiempo, sino que popularizó un lema -estribillo de su principal tema musical, obra de Ray Parker Jr.- y un sencillo logo que son ya iconos indiscutibles de aquella década prodigiosa.

Finales de los setenta: un joven de origen checoslovaco, Ivan Reitman, consigue meter la cabeza en Hollywood y debuta en la Meca del Cine como productor de la mano del guionista Harold Ramis, el director John Landis y algunos emergentes actores como el malogrado ex-Blues Brother John Belushi, Tom Hulce, Karen Allen, Kevin Bacon o Donald Sutherland con DESMADRE A LA AMERICANA (1978). Tras el éxito de ésta, pasaría a la dirección formando tándem con Ramis como guionista y ocasional actor de LOS INCORREGIBLES ALBÓNDIGAS (1979) -donde se les uniría por vez primera Bill Murray- y EL PELOTÓN CHIFLADO (1981). Con la llegada al grupete, también como actor/guionista, de Dan Aykroyd -el otro cincuenta por ciento de los Blues Brothers y curtido en el mítico SATURDAY NIGHT LIVE televisivo- , la conjunción dio lugar a LOS CAZAFANTASMAS (1984), la comedia sobrenatural por antonomasia, donde tres científicos de medio pelo montaban un negocio dedicado a la captura de espíritus , fantasmas otros y entes paranormales.

No nos engañemos: la película parte de un planteamiento bastante chorra, y tenía todos los ingredientes para que tamaña americanada se diera un piñazo de padre y muy señor mío. Sin embargo, y contra pronóstico, todo funcionó con la perfección de un reloj suizo: los golpes de humor, elegantes, estaban bien dosificados en el metraje; los efectos especiales, sencillos y divertidos a la vez que espectaculares, adornaban la cinta con genuinos momentos de Sci-Fi; cada actor encarnó a la perfección su papel -Murray como el mujeriego y despreocupado líder del grupo; Aykroyd con ese aire de niño grande; y Ramis como impasible ratón de biblioteca- ; y, sobre todo, la cinta desprendía un buen rollo, un colegueo, un ritmo desenfadado que invitaba a unirse a esta fiesta audiovisual a todo aquel que quisiera entrar en su onda.

Algunas secuencias se convirtieron, por derecho propio, en inovidables momentos que aún hoy recordamos por su genialidad: el inquietante prólogo en la Biblioteca Pública de Nueva York; los huevos friéndose solos en la encimera; los monstruosos brazos que atrapan a una aterrorizada Sigourney Weaver en el sillón de su apartamento; "me ha moqueado"...

Tras el enorme éxito que tuvo el film -no sólo como indiscutible blockbuster del verano del 84, sino también convirtiéndose en una de las cintas más solicitadas en los videoclubs de medio mundo durante posteriores años, además de dar para una serie televisiva animada y videojuegos inspirados en el film- , apenas un lustro después llegaba la inevitable pero innecesaria secuela, CAZAFANTASMAS II (1989), donde repitieron todos al servicio de un producto cuasiprefabricado, con interesantes pinceladas en el guión -ese aterrador espíritu atrapado en un cuadro del Museo de Arte, la niñera fantasmal sobrevolando los cielos, el Titanic llegando a puerto- pero pocos momentos para la espontaneidad y demasiados excesos -el río de mocos, la tostadora bailarina, la Estatua de la Libertad... ¡caminando!- .
Durante los veinte últimos años, las carreras de todos los integrantes del equipo cazafantasmas han transcurrido por sendas bien diferentes y con dispares fortunas. Reitman ha seguido filmando comedias, pero su dudoso talento no ha dado más que para títulos como LOS GEMELOS GOLPEAN DOS VECES (1990), DAVE, PRESIDENTE POR UN DÍA (1993), JUNIOR (1994), SEIS DÍAS Y SIETE NOCHES (1998) o las paupérrimas EVOLUTION (2001) y MI SÚPER EX NOVIA (2006); tras su gran trabajo en ED WOOD (1994), de Tim Burton, Bill Murray ha sabido compaginar el drama y la comedia, hasta el punto de convertirse en musa de Sofía Coppola -LOST IN TRASLATION (2003), por la que fue nominado al Oscar- o Wes Anderson -LIFE AQUATIC (2004)- ; Aykroyd hizo algún secundario destacable -PASEANDO A MISS DAISY (1989), CHAPLIN (1992)- pero su carrera parece abocada al cine familiar de usar y tirar -SARGENTO BILKO (1996), CROSSROADS: HASTA EL FINAL (2002), al servicio de Britney Spears- ; Ramis sí ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, y además de hacer algún cameíllo de vez en cuando -MEJOR... IMPOSIBLE (1997)- , como realizador nos ha regalado algunas de las mejores comedias de los noventa -ATRAPADO EN EL TIEMPO (1993), MIS DOBLES, MI MUJER Y YO (1996), UNA TERAPIA PELIGROSA (1999)- ; Weaver es hoy, tras algunos años de titubeos, secundaria de lujo para todo tipo de papeles y producciones -EL BOSQUE (2004), EN EL PUNTO DE MIRA (2008)- , y protagoniza el esperado regreso de James Cameron al largometraje, AVATAR (a estrenarse en diciembre de 2009); Ernie Hudson, el cuarto cazafantasmas, es un habitual de la serie B fantástica -EL CUERVO (1994) o, más recientemente, DRAGONBALL EVOLUTION (2009)- y de los episódicos televisivos -URGENCIAS, MUJERES DESESPERADAS, LAS VEGAS, BONES...- ; por último, Rick Moranis, además de ser el inolvidable Casco Oscuro de LA LOCA HISTORIA DE LAS GALAXIAS (1987), probó suerte con el cine Disney protagonizando la ingeniosísima CARIÑO, HE ENCOGIDO A LOS NIÑOS (1989) y sus posteriores -y cada vez más flojas- secuelas , pero hacer de Pablo Mármol en la infumable THE FLINTSTONES. LOS PICAPIEDRA (1994) prácticamente dilapidó su carrera.

Ahora, veinticinco años después, mientras circulan mil y un rumores por los mentideros cinéfilos sobre un posible CAZAFANTASMAS III -los más extendidos van desde una secuela al uso con el reparto original hasta un semi-remake protagonizado por Ben Stiller, pero nada hay ni confirmado ni desmentido- , os invitamos a que desempolvéis esta magnífica, descacharrante y entretenidísima comedia con un cómplice guiño y al grito de: "¿A quién váis a llamar? ¡Cazafantasmas!"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que es de los mejores reportajes que has escrito. Ahora, el video musical es ridículo que te mueres, ¿eh? xDDDD

Isra Calzado López dijo...

El vídeo no es ridículo, es... ¡ochentero!